El viernes antes de Navidad, invitamos a los vecinos a un programa navideño. Debido a que esta era la primera vez que lo hacíamos, no sabíamos a cuántos esperar. Nos preparamos para llevar a cabo el programa afuera; las mujeres del vecindario lo solicitaron. Dijeron que sería más probable que los hombres asistieran si no tuvieran que entrar al edificio. Pero cuando comenzó el programa, empezó a llover. Entonces tuvimos que trasladar todo adentro. El interior estaba bastante lleno: normalmente entre 50 y 80 niños asisten a los servicios religiosos y a los programas de los sábados. Pero casi el doble asistieron a este evento. Además de muchos adultos. No había suficiente espacio adentro, por lo que muchos adultos miraban por las ventanas y la puerta, parados debajo de los aleros para evitar mojarse. El programa comenzó con algunos bailes folclóricos paraguayos. Paola había estado trabajando con algunas de las chicas para esta presentación, se puedes ver lo felices que estaban de poder hacer esto. Al observar sus sonrisas, es difícil recordar que viven en casas precarias con piso de tierra en condiciones inimaginables en grandes ciudades. El programa continuó con un mensaje evangelístico de Navidad. Aunque todos estaban amontonados en el salón, la mayoría de los adultos escuchaban atentamente la predicación. Luego, los niños presentaron la historia del nacimiento de Jesús. A pesar de que hacía tanto calor, les encantaba vestirse con los disfraces y representar esta maravillosa serie de eventos. Angélica había trabajado de antemano con los niños en esta parte del programa. Los niños cantaron un coro alrededor del pesebre (un montón de paja en el suelo). Tanto ellos como sus padres quedaron muy conmovidos por esta actuación. Después de la Natividad, llegó la hora de los regalos. Los primeros regalos fueron Biblias donadas por Pender UMC de Virginia. Habíamos repartido 75 entradas numeradas a medida que llegaba los adultos, en parte como una forma de saber cuál era la asistencia. Ahora colocamos tiras de papel con los números en el suelo y dejamos que los niños fueran retirando para ver quién recibiría las Biblias. Una de las Biblias fue para una joven cuya vida había sido cambiada por el Señor. Cuando la conocimos por primera vez en las reuniones de evangelización en su casa, siempre tenía una expresión trágica. Nos dijeron que no había salido de la casa durante años por el abuso que había sufrido. Sin embargo, cuando el Señor tocó su vida, ella se liberó de su dolor y ahora su sonrisa al recibir su Biblia fue un gozo especial. .. Francisco, el empresario local que tiene un corazón para ayudar en nuestro trabajo con los niños, donó 80 obsequios envueltos: bolsas de celofán con una gaseosa, dulces, galletas, yogur y un juguete pequeño. Pero debido a que el número de niños era casi el doble de lo que esperábamos, se les dio a los niños menores de 7 años, y encontramos bebidas extra, yogur, galletas y dulces para los niños mayores. Estamos muy agradecidos con Dios por el trabajo que está haciendo en los corazones a través de C-Deco, y con todos los que ayudaron con este programa. Detrás de escena, las mujeres del grupo de los martes de Emi también estuvieron presentes para echar mano al trabajo.
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El EquipoSomos un equipo de personas apasionadas por seguir a Jesucristo. Deseamos compartir las bendiciones que hemos recibidos del Señor con nuestros vecinos. Archivos
Septiembre 2024
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